miércoles, 31 de octubre de 2007

Las Amistades Peligrosas

Estimados lectores, les recomiendo leer algunos párrafos de Pierre Choderlos de Laclos, escritas en el prólogo de su genial libro Las Amistades Peligrosas. Me resguardo en sus palabras antes de publicar la serie de cartas y mensajes que dieron vida a la tragedia de Mujer Despechada.


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Se me ha objetado que el fin era dar a conocer las cartas mismas; sería tan inverosímil como falso que ocho o diez personas que han contribuido a formar esta correspondencia, hubiesen escrito todas con igual pureza. Debo advertir también que he suprimido todos los nombres de que hablaban estas cartas. En cuanto al mérito que esta obra pueda tener, acaso no me toca hablar, pues no debe influir mi opinión en la de nadie (…) Estoy lejos de esperar que agraden; y no se tome esta confesión, sincera de parte mía, como modestia afectada de un autor, porque con igual franqueza declaro que siesta colección no me hubiese parecido digna de presentarse al público, no me hubiera ocupado de ella. Ahora, pues, como esta colección contiene, según lo anuncia su título, las cartas de los individuos de una sociedad, reina en ellas una diversidad de intereses que disminuye el del lector. Además, como todos los sentimientos que en ellas se expresan son fingidos o disimulados, no pueden excitar sino un interés de mera curiosidad (muy inferior siempre al de la realidad). La utilidad de esta obra, que acaso será más disputada, me pareceno obstante, más fácil de probar. Creo, a lo menos, que es hacer un servicio a la moral el descubrir los medios que emplean los que tienen malas costumbres para corromper a los que las tienen buenas; y pienso que estas cartas podrán contribuir eficazmente a ese objeto. Por otra parte, a las personas de gusto delicado repugnará el estilo demasiado sencillo y defectuoso de muchas de estas cartas, en tanto que el común de los lectores, seducidos por la idea de que cuanto se halla impreso es fruto de un trabajo, creerán ver en algunas otras la obra penosa de un autor que se muestra detrás del personaje que hace hablar.


1 comentario:

Anónimo dijo...

En todo lugar de trabajo hay una Y (Yegua) con todas las letras esas que se hacen las gatitas timidas, que con todos quieren quedar bien. Segui adelante con tu historia y termina finalmente dando los verdaderos nombres de los protagonistas merecen que les saques las caretas. Un beso